Vídeos DE ENCINASOLA

Queridos Paisanos: hace algún tiempo el señor Manuel Fernández López y MªTinidad Domínguez López me hicieron el ofrecimiento de una series de cintas de VHS, en las cuales se refleja la viva historia de nuestro querido pueblo, como son sus fiestas y tradiciones y otros acontecimientos, en ese momento yo estaba con un tratamiento de quimioterapia y le dije que no era el momento para digitalizarla, terminado el tratamiento me puse manos a la obra y le pedí al Sr. Fernández que me enviara las cintas que había realizado durante el periodo de tiempo que tuvieron un videoclub, esas cintas están en mi poder y ya las estoy recuperando para que vosotros podáis visionarlas, la estoy fraccionando en videos de 13 a 15 minutos,para que se hagan más amenas, deseo que vayáis expresando vuestro agradecimiento al Sr. Manuel Fernández y Mª Trinidad Domínguez por su gentileza a que estas cintas vean la luz.
Os comunico que estos vídeos irán apareciendo en Morochos en la Red, espero que sea del agrado de todos.
Fontenla.

CALLE ABEL MORENO

MAROCHOS EN LA RED: esta dedicado solo y exclusivamente a todo lo que rezume sabor marocho, fotografías, escritos, poesías, vídeos, sin vuestras colaboraciones este Blog no seria posible, gracias a todos, espero vuestros envíos,pinchando con el ratón abajo en ENVIAR CORREO
LA PAGINA ESTA DISEÑADA PARA VERLA EN EL MOVIL
Cuando entreis en Marochos en la Red en el Movil,bajar hasta abajo del todo y pinchar donde dice"VER VERSIÓN WEB" y vereis Marochos, tal cual como en el ordenador.

miércoles, febrero 01, 2006

Aquellos Juegos...

Hablé en otra ocasión de las muchas dificultades que atravesamos cuando eramos niños. Pero decía también que posiblemente fuimos mas felices que la juventud de ahora.

¿Por qué éramos más felices?. Pues muy sencillo: porque sabíamos jugar. Nos hartábamos de jugar de cualquier forma.

Durante nuestros primeros años lo hacíamos con una simple tabla a la que uno de nuestros mayores le colocaba cuatros ruedas, también de madera, atándole una cuerda de la que tirábamos horas y horas.

Luego vendrían los “bolindres” de barro, que se compraban y vendían por cinco céntimos la media docena. Era a veces tal cantidad la que reuníamos que nos agujereaban los bolsillos de nuestros muy remendados pantalones de pana.

Algunos jugábamos al fútbol (a lo bruto), en El Grupo Escolar cuando aún estaba a medio construir usando a veces como pelota una piedra lo mas redonda posible la cual recubríamos previamente con un trapo fuertemente atado a la misma. No se seguía ni norma ni reglamento de ninguna clase, pero lo pasábamos bomba.

En este mismo lugar, exactamente frente a la puerta del edificio principal, había una gran laguna de agua bastante profunda de donde al parecer y en fechas anteriores, habían sacado la piedra para la construcción de los edificios del Grupo. En ella, cogiéndole “las vueltas” a nuestras madres, nos bañábamos con el consiguiente peligro que nosotros en esa edad no veíamos.

Entre los muchos juegos, los mas frecuentes eran el “Chicuento”, la “burra larga”, la “pingola”, “el repión” o ir a “buscar gamusinos”, mientras que las niñas jugaban a "la ranchuela” o a "la comba”. Igualmente, cualquier momento era bueno para correr varios kilómetros tras una rueda metálica (aro), que se dirigía con un artilugio de alambre llamado ”guiaor”.

Uno de los mas atrevidos, aunque un poco salvaje, era el siguiente: Los muchachos, como en casi todos los sitios, estábamos mas o menos organizados por grupos pertenecientes cada uno a la zona del pueblo donde tuviese su domicilio (algo así como lo que hoy conocemos por “bandas”, pero sin armas y con mucha menos mala idea).

Entre los distintos grupos, por uno u otro motivo, siempre surgía algún contencioso o roce que solventar. Para dar solución a cualquier problema, o más bien para hacer una demostración de fuerza, se organizaba, casi siempre en el colegio, lo que se conocía como “echar una guea”.

La confrontación, que era llevaba a cabo en un lugar acordado, consistía en lo siguiente: Cada grupo, previamente cargado de piedras, salía al encuentro del contrario. Cuando la distancia entre ambos bandos se consideraba apropiada, se desencadenaba de repente una lluvia de “peñascazos” que terminaba tan pronto como se agotaban los proyectiles. El resultado no pasaba nunca de alguna “chifarrá” en la cabeza o cualquier otra magulladura.

Casi nunca resultaban ni vencedores ni vencidos. Cada “ejército” se volvía a su barrio tras la batalla, curando sus chichones si los hubiera. Eso si, aguantando al mismo tiempo los pescozones de nuestras madres.

Al día siguiente en el colegio o en la plaza, todos juntos de nuevo, sin rencor, y a preparar la próxima.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. el autor de este articulo, es la persona que utliza el seudonimo, de Lunes

    ResponderEliminar
  3. Llevo toda la mañana tratando de publicar un comentario en el otro foro. No hay forma de conseguirlo. He dirigido una consulta, lo mismo que si fuera un comentario, al Sr. Censor preguntándole si me iba a permitir publicar el comentario. La respues ha sido la siguiente:

    Consulta incorrecta: UPDATE LOW_PRIORITY poblaciones SET visitas=visitas+1, visitas01=visitas01+1, visitas_ip='80.58.44.235' WHERE id='2328' AND visitas_ip<>'80.58.44.235'
    ERROR: Server shutdown in progress.

    O sea, que alguien filtra lo que sale en esa página.
    Recurro a poner el comentario en esta página. Era el siguiente:

    Llevo mucho tiempo sin entrar en el foro, pero podéis estar seguros de que lo veo, prácticamente, todos los días.
    De un tiempo a esta parte se ha establecido un ambiente de polémica que me parece absurdo. Hay quien se mete con el Poeta porque escribe poesías. Pueden gustarnos o disgustarnos, pero "para eso se hicieron los colores", para que cada cual eligiera el suyo respetando los demás.
    Sobre la forma de salir del pueblo, cada cual puede contarlo a su manera. Yo salí cuando era un adolescente, 16 años tenía, y me enfrenté sólo, sin el apoyo de mi familia, a los obstáculos que, lógicamente, se pusieron delante de mí.
    No critico que alguien pueda sentir "resquemor" por haber tenido que dejar su tierra, pero, desde luego, yo no siento ninguna animadversión hacia mi querida ENCINASOLA. Y no siento ningún tipo de animadversión porque allí nací, allí me crié, allí hice mis primeros amigos, allí tengo a mi familia, de allí son mis primeros recuerdos, sus calles fueron el escenario de mi infancia, sus gentes me han recibido siempre con los brazos abiertos, se me llena el alma de luz y de alegría cada vez que llego a San Caganitos y, a lo lejos, veo la inconfundible torre de mi PUEBLO. Esa torre a la que subía cada día a tocar las campanas o a dar cuerda al reloj, acompañando a tío Diego Farruco.
    ¿Cómo no voy a querer a mi pueblo? He paseado su nombre por media España. Puedo aseguraros que por donde he pasado se sabe donde está ENCINASOLA.
    Si alguien no piensa como yo, no pasa nada, lo comprendo. Repito que cada cual es libre de pensar lo que quiera y, con más razón aún, sentir como su corazón le dicte. Si difícil es controlar los pensamientos, imposible es ser dueño de los sentimientos. Lo que se siente, se siente. Nadie puede cambiarlo.
    Dejaos de discusiones. No es agradable leer descalificaciones. Pensad en los demás, en los que entramos en este foro para contactar con nuestra gente.
    Valonero

    ResponderEliminar

Para hacer un comentario hay que tener una cuenta de Google, aparecerán una vez hayan sido supervisados por el administrador.