A ti, nieta de "Gatera"

Yo me acuerdo perfectamente del bar Cerote. Más de una tarde me acerqué a la Corredera a tomar unos vasos de vino encima de la banqueta, rodeado de "medias suelas".No sé la edad que tienes ni de quien eres hija, pero nunca olvidaré a una hija de Gatera. Fue a ella al último miembro de la familia que ví.El encuentro fue inolvidable, al menos para mí, no sé si ella lo recordará.Fue en Sevilla, donde yo era Cabo 1º del Regimiento de Infantería Soria número 9.Salí una tarde con una amigo a dar "una vuelta por el Centro". Entonces era imperdonable pasar al lado de una buena moza y no lanzarle un piropo. Bueno, pues íbamos por nuestra calle de Sierpes cuando vimos en el quicio de una puerta a una mujer impresionante. Cómo dijo el torero: "En dos palabras IM PRESIONANTE".Los ojos y algo más se nos fueron derechitos a ella. Yo fuí más lanzado y me apresuré soltarle la "barbaridad" que en aquellos momentos se vino a mi mente. No había "abierto el pico" cuando aquel "pedazo de mujer", digna de figurar en el mejor de los cuadros de Julio Romero de Torres, se adelantó y me dijo: Buenas tardes Pepe. ¿Cómo Estás?Se me cortó el habla. Me falto el aliento y el corazón empezó a latir como jamás a vuelto a hacerlo.¡La envidia que le entró al otro, al que iba conmigo! ¡Y eso que en aquellas fechas no se estilaba esto de darse un beso!No la conocía. No sabía quien era, pero era evidente que ella sí que me conocía. Ante mi asombro, me dijo: Soy la hija de Gatera.Nunca he olvidado aquella situación. ¿Será aquella mujer tu madre?Cuéntale esta aventura. A ver si la recuerda. Valonero