Se apreciaba desde primeras horas del domingo, que no era un día normal.
Por la tarde, bastante temprano, la Virgen salió procesionando por un itinerario nuevo. Se pudo ver por las calles Molinitos, Coso y Jerez, entre otras, acompañada de mucha gente que le seguía con devoción.
Su entrada en la parroquia, cruzando el Paseo de Arriba, la hizo por la puerta situada frente a la Calle Pozo (no recuerdo el nombre de esta puerta).
Mientras accedía a la iglesia, nuestra banda tocó el “Pasodoble de Encinasola”, estando dirigida por el mismísimo Abel Moreno en persona.
Momentos preciosos que desataron la emoción del numeroso público que se encontraba en el lugar.
A la mañana siguiente, desde muy tempranas horas del lunes, los cohetes anunciaban que había de despertar para acudir a la Romería.
Sobre la 09.00 horas, nuestra Patrona, instalada en un bien adornado remolque, puso rumbo hacia su Ermita. Entre el numeroso público se encontraba la charanga “Los Algabeños” que, tocando el pasodoble ”Mi Huelva tiene una ría”, ponían la nota alegre en el ambiente.
Para mí, el momento culminante del recorrido fue cuando, a la llegada a la Hoya de la Fuente, tres tamborileros que también le acompañaba, con sus flautas tocaron “La Salve Rociera “... ¡Muy emocionante!.
A partir de ahí, polvo del camino y flores multicolores de primavera, destacando las preciosas blancas de jara y tomillo.
Poco después la parada obligatoria de la “Piedra de los Valientes”. ¡Que alivio para muchos/as!... ¡Si las retamas hablaran!...
Tras el “traguillo” de rigor, de nuevo en marcha, hasta la Ermita.
Durante la Misa de Romeros, nuestro párroco, de forma acertada, hizo hincapié sobre las impropias conductas seguidas por cada una de las dos tendencias en cuanto al día a celebrar la Romería. Polémica que todos conocemos. Se escucharon hasta aplausos.
Luego, como siempre. Bastantes caballos, burros y carromatos. Numerosas reuniones, principalmente de juventud, resaltando preciosas muchachas vestidas de flamencas. También muchas copas y abundante comida.
Buenísimo ambiente en general.
Como negativo hay que resaltar, la evacuación urgente hasta un centro hospitalario, en coche primero y después por vía aérea, de un paisano aquejado de un serio problema de enfermedad.
Sobre las 18.00 horas, todavía en pleno apogeo, en contra de mi voluntad, tuve que abandonar el lugar.
LUNES
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