Mañana día 1 de Noviembre festividad de todos los Santos, día de todos los difuntos, me trae el recuerdo de mi niñez, cuando en cuadrillas íbamos a visitar el cementerio, aparte de hacer un recorrido por el Campo Santos, visitar todas aquellas tumbas que para nosotros tenían un cierto misterio, la de los familiares y amigos, visitar el huesario, hablar por lo bajine de donde estaban enterrados los fusilados de la guerra, cosa tabú en aquella época.
El regreso se convertía en una fiesta de la juventud, pues lo mismo que los chavales las chavalas hacían lo propio caminando en cuadrillas, y era el momento que se aprovechaba para ver a la niña de tus ojos, o viceversa.
Tirarles de las trenzas, o deshacerle los lazos, era una manera de ligar, en aquellos años, o mandarles recaditos que luego se traducían en miradas furtivas, que hacían que nuestros corazones palpitarán de manera desenfrenada.
¡Que Tiempos tan bellos!
Desde aquí un respetuoso recuerdos a todos los Difuntos.
Fontenla.
Enrique cuanta razón tienes, a mi también me viene a la memoría, este día que para mi era un día de fiesta, donde llevabamos el bocadillo, nos parábamos a cojer bellotas, que recuerdos tan bonitos.
ResponderEliminarAna Mª.
Quiero recordar este día de hoy, Todos los Santos en uno muy especial que vivi en Encinasola, cuando era monaguillo con el amigo Juan Rato Márquez "Ratiño", todos recordareis que nos tirábamos una semana, los de turno, recorriendo todas las casas del pueblo con la campanilla o esquila, repitiendo la celebre frase de "Tos Santos Benditos una jara y un leñito", eso era para pasar toda la noche de hoy 1 a la mañana del 2 "DIA DE TODOS LOS DIFUNTOS", doblando las campanas, claro hacia frio y la noche era larga, entonces generalmente los dos monaguillos y algunos invitados muy allegados, a nosotros, pasabamos la noche con nuestra misión de doblar las campanas, a la vez que nos poniamos a tono con las viandas recaudadas dias anteriores, siempre al calor de un fuego que haciamos con la "jara y el leñito", esta fué mi primera vivencia de una noche fuera de casa y mi primer cigarro.
ResponderEliminarReconozco que a muchos de los que lo lean, le sonara a música celestial, pero a los que lo vivimos nos gusta recordarlos, son vivencias de entonces, lo mismo que tambien disfruté de las narradas por Enrique, además recordareis que ese día era el DIA del estreno de las prendas de abrigo, para el que podía, claro está.
Pepe Sanz.