Vídeos DE ENCINASOLA

Queridos Paisanos: hace algún tiempo el señor Manuel Fernández López y MªTinidad Domínguez López me hicieron el ofrecimiento de una series de cintas de VHS, en las cuales se refleja la viva historia de nuestro querido pueblo, como son sus fiestas y tradiciones y otros acontecimientos, en ese momento yo estaba con un tratamiento de quimioterapia y le dije que no era el momento para digitalizarla, terminado el tratamiento me puse manos a la obra y le pedí al Sr. Fernández que me enviara las cintas que había realizado durante el periodo de tiempo que tuvieron un videoclub, esas cintas están en mi poder y ya las estoy recuperando para que vosotros podáis visionarlas, la estoy fraccionando en videos de 13 a 15 minutos,para que se hagan más amenas, deseo que vayáis expresando vuestro agradecimiento al Sr. Manuel Fernández y Mª Trinidad Domínguez por su gentileza a que estas cintas vean la luz.
Os comunico que estos vídeos irán apareciendo en Morochos en la Red, espero que sea del agrado de todos.
Fontenla.

CALLE ABEL MORENO

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lunes, junio 08, 2009

EL PATRIMONIO EN LAS TIERRAS DE LA CONTIENDA





En la frontera entre Huelva y Protugal se creó en el siglo XIII un territorio conocido como La Contienda. Actualizado 08.06.2009 - 10:11

Varios de los asistentes a las jornadas organizadas por el museo municipal de Barrancos.

La presentación de un libro, una exposición y muchas conversaciones han dado forma a este encuentro.

A lo largo de los siglos hemos visto cómo se han afanado generales y políticos en trazar líneas sobre mapas y planos para crear fronteras que diferenciaran los territorios y aislasen a sus habitantes, sin embargo, las poblaciones de esas rayas las han difuminado y borrado hasta convertir estos espacios en pilares de convivencia y solidaridad, y en graneros que han posibilitado una economía con la que subsistir. Así, ha ocurrido en la frontera onubense con Portugal, donde municipios de uno y otro lado han mantenido el contacto y estrechado su relación hasta convertir el espacio en una simbiosis que funde tres culturas, andaluza, extremeña y alentejana.Una de las realidades más singulares de toda la Raya es la que conforman, en el norte de la provincia, el binomio Barrancos-Encinasola, poblaciones que ya han dado muestras sobradamente de excelente convivencia y colaboración, lo que hace que se celebren encuentros que inciden sobre esta particularidad. Hace unos días hemos asistido a uno de ellos con la exquisita organización de las responsables del museo municipal de arqueología y etnografía de Barrancos. Bajo una hospitalidad que sólo se puede saborear en lugares como éste, durante dos jornadas se ha discutido sobre uno de sus grandes patrimonios comunes, las Tierras de Contienda, cuya génesis la podemos encontrar en la conquista cristiana, ya que a partir del siglo XIII se creó en la frontera un territorio de 123 kilómetros cuadrados conocido como La Contienda o Tierras de Contienda. Tras décadas de aprovechamientos y disputas, finalmente, a finales del siglo XIX esta gran finca fue dividida entre los dos países, pasando a formar parte de los términos municipales de Aroche, Encinasola y Moura. Pero La Contienda, al margen de esa partición, les ha conferido a estos hombres y mujeres una especie de marca que llevan grabada a fuego, como si fuera una tierra que no pertenece a ningún país, como dirían algunos Tierra de nadie.Recibidos por la lluvia se dieron cita en Barrancos numerosos investigadores y expertos tanto portugueses como españoles, entre los que podemos mencionar María Antonia Carmona, María Fialho, Joao Ramos, Modesto Hierro, Manuel Fructos, Antonio Chamizo o el que suscribe, proyectándose una visión histórica de La Contienda, de su explotación ganadera, de las memorias que encierra, en definitiva de su pasado, presente y futuro. A ello se añadió un paseo por sus entrañas, una exposición sobre cartografía histórica de la Contienda de Moura y la presentación del libro La Guerra de Restauración Portuguesa en la Sierra de Aroche, que recientemente ha publicado la Diputación Provincial de Huelva. El apoyo institucional proporcionó la calidez de las instituciones, comenzando por el organizador, la Cámara Municipal de Barrancos con su alcalde a la cabeza, Antonio Pica Tereno, y la colaboración de su homónimo el alcalde de Encinasola Modesto Hierro.La excelente gastronomía barranqueña ha sido el lazo de unión perfecto para estos días de estudio e intercambio de ideas en un municipio señorial como es Barrancos, donde sus habitantes, como dijo su alcalde, inventaron hace muchos años la filosofía de la Unión Europea de unir pueblos y hacer saltar por los aires las fronteras. Y es que esta población es un ejemplo de convivencia donde han sido capaz de fundir dos idiomas el portugués y el español para crear el dialecto barranqueño, y donde, al igual que en las Sierras de Aroche y Aracena, es seña de identidad el jamón de pata negra o presunto de porco preto, con su propia denominación de origen. A ello debemos de sumar su relación con la tauromaquia, siendo el único municipio portugués con un permiso especial para matar toros en su coqueta plaza.La arquitectura popular de Barrancos también es una continuación del espacio onubense, con sus casas encaladas, sus tejados a dos aguas y sus características puertas y ventanas de madera que cubren los vanos, formando un conjunto que constituye uno de sus signos de identidad. Los barranqueños tratan de armonizar el turismo con la conservación de su arquitectura vernácula, como prueba de ello la cena del domingo organizada en un conocido restaurante cuyo comedor formaba parte de una bodega donde en otro tiempo colgaron los santos de la aristocracia de la conserva, es decir los jamones. También pudimos admirar su rico patrimonio natural, donde las dehesas toman posesión del espacio y el Río Guadiana y sus afluentes se desperezan antes de irremediablemente terminar en el Océano Atlántico. En estas tierras de frontera hay también que destacar el castillo de Noudar y algunos cortijos que formaron parte de aquellos campos de refugiados que se hicieron tristemente famosos durante nuestra Guerra Civil, dando cuerpo a figuras que han entrado ya en la leyenda, como el teniente Seixas y sus valientes decisiones que salvaron la vida a muchos españoles en aquellos oscuros días.Finalmente, regresamos hacia Aroche con la convicción de no haber atravesado ninguna frontera, y encontrarnos en un espacio con una misma geografía y un mismo patrimonio cultural y natural. Por tanto, debemos de ser conscientes de ello para articular proyectos en común que dibujen la economía de unas poblaciones unidas por una misma comunidad de intereses y por unos lazos de amistad que no han podido romper ni generales ni políticos.




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