Cinco meses sin ti, solo viéndote en imágenes
varadas en el tiempo, esas que a ti tanto te gustaba captar. Ciento cincuenta
días, con una última imagen en mi retina, ésa en la que te hicieron una llamada
de teléfono para la eternidad.
Pasó la Nochebuena, y no vi tu cara, para todos fue
buena… Pasaron los carnavales sin tu crónica anual, y llegó el Viernes Santo, ese
viernes del año que tu esperabas con tanto anhelo; el cielo se cubrió de nubes,
y Nuestra Señora de la Soledad, triste por no poder salir por las calles de Encinasola
a lucirse, te echó de menos, por eso, meció su palio, en los Mártires, dentro
de su casa, esa que tú considerabas tuya también. La mecieron para recordarte
que está a tu lado, y que no estas solo, que mientras a los que estamos aquí
nos cuesta olvidarte, ella cuida de ti.
El lunes de albillo, en la Peña los Valientes
preguntaron por ti, yo no estaba, pero me lo contaron, que muchos echaron de
menos tu bota de vino, y una tapa de chorizo blanco, esa que tu ofrecías a
todos, paisanos o forasteros, amigos y desconocidos.
Y con la primavera florecieron las jaras, el romero
y los naranjos se llenaron de azahar; las gallinas tuvieron pollitos, y
recogimos las habas, las que tu plantaste nadie las recogió, pero hemos recogido
otras cosas que tu también sembraste; desparramaste amor y amistad, y recogimos
el apoyo de todo un pueblo, y de aquellos de fuera, que te conocían, además
enseñaste a tus descendientes,
principios y valores que transmitirán a los suyos.
Un día te
dije:
- He estado
escribiendo historias, para escribirlos en un blog.
Y me contestaste sonriendo.
- Eso habla
con mi amigo Fontenla que él te los pone.
- Eso lo haré el día que tu no estés - te contesté
dándote un abrazo.
El próximo 25,
no podía ser otro día, comenzaré una nueva aventura, inauguraré mi nuevo blog.
Un blog dedicado a las personas como tú, que decidiste envejecer activamente. No pretendo ocupar tu hueco, solamente pretendo tener el mío, de la misma
forma que tú lo tuviste. La solidaridad de la que nuestra sociedad está
necesitada y que tú tanto practicaste estará también presente en él, y
fomentaré las relaciones intergeneracionales de las que tanto se puede
aprender.
Sé, que allá
donde estés, sigues leyendo Marochos en la Red, por eso le envío a tu amigo
Fontenla esta crónica, porque se que la pondrá, como tu dijiste.
Gracias,
Fontenla.
María Victoria
Jiménez Gómez.
Tu Toyi.
Bueno Toyi, no se por donde empezar,somos muchos los que lo echamos de menos, en estas fiestas pasadas un montón, eso de pasar la procesión por los Mártires y en su esquina de siempre no verlo , que yo pasaba y intentaba cogerlo en alguna foto y lo mismo hacia el, me pillaba a mi y alguna que otra se la mandaba a nuestro amigo Fontenla,esas cosas y veces de chatear con el y decirme que yo era muy buena con la labor que hacia, esas eran sus palabras, nos cogimos mucho cariño con esto de los blog y demás,nos vera desde arriba, le mandamos un beso desde aquí, y otro para todos ustedes,Isabel lajeringuera
ResponderEliminarHan sido muchos los momentos y situaciones acaecidos en el pueblo, desde que tu padre nos dejó. En cada uno de ellos le hemos añorado. Sus bromas, sus ocurrencias y aquello que me decía siempre: "Hay gente pa tó"... Y mi respuesta: "El mundo es así Faustino"
ResponderEliminarYo, aún conservo su enlace (no soy capaz de borrarlo).
Siempre estará en nuestro corazón. Un abrazo para tu madre y toda la familia.