En el numero 1 de la calle Eugenio Silvela, según se sale del pueblo de Encinasola, existían por los años 60 dos talleres
artesanos diferenciados por la actividad que cada uno desarrollaba, el uno era un taller de carpintería y el otro era una zapateria, me voy a referir a este último con un comentario.
El taller del zapatero cambió de lugar, fue trasladado a la calle Altozano, por la zona del Calvario, y siguió su trabajo prácticamente con la misma clientela, el zapatero se llamaba Andrés, un buen hombre, y por apodo se le conocía por ..Abuelito.. al señor Andrés le salió un día un ayudante, digamos un aprendiz, un chico que quería aprender el oficio, y así tener la posibilidad además de llevar algunas pesetillas a casa ya que sabía este muchacho donde le apretaba el zapato., lo que se dice buscarse las abichuelas, éste puso todo su empeño, todo su amor propio para salir airoso y llegó a dominar el oficio con tal soltura y destreza, que llegó a la altura que se habían propuesto él y su maestro.
Un día se fué del pueblo, primero a Sevilla y después a Cataluña, donde vive, y sigue enlazado por el cordón umbilical de su ordenador a su tierra de Encinasola, de esa tierra marocha que aunque no lo vio nacer si creció en sus calles como un joven, formal abierto a todos y trabajador, me estoy refiriendo y no puede ser otro que ENRIQUE RODRIGUEZ FONTENLA, una gran persona,.
Saludos.
José Delgado.
Huelva 22 Enero 2008
Querido Amigo:Cada dia me sorprendes mas por tu dedicación a la pintura y ahora con el arte de escribir, te juro que no me lo esperaba, pero has logrado tocar mis fibras sensibles, gracias José un Abrazo.
Fontenla.
Este escrito me lo pondre en mi Blog de Recuerdos.
Me gusta tu pluma José.
ResponderEliminarJ.M.Santos