Querido
Faustino:
Nos has dejado en silencio, sin hacer ruido, dejando un enorme vacío que ya solo llenaremos con los recuerdos de los momentos vividos contigo y que tan fructíferos fueron.
Te recordaremos por el camionero que fuiste, por el
esposo, padre, abuelo, hermano, suegro, tío, padrino, amigo, vecino,
paisano......
Añoraremos
tu sonora zambomba, tu gorra y tu bota de vino, tus alabanzas, elogios y
piropos, esos que siempre tenías para tus nietos, bueno, y para toda la gente.
Tu
ingenio, ese que tenías dormido, despertó con tu jubilación y conocimos al
Faustino bloguero, contador de historias y reportero. Leíamos con entusiasmo y
admiración tu “zona peatonal”, y nos enorgullecía encontrar a tus paisanos por
otras tierras y hablarnos de lo sorprendidos que estaban de tus escritos.
¡Qué
privilegiada memoria!, ¡qué sencillez en el disfrute de las cosas!, eras feliz
haciendo tu ruta, con los peatones, con
un vino y un plato por delante, pero siempre que fuera compartido,
porque te gustaban las reuniones, y no faltaba nunca un brindis, en el que
elogiabas a quien cocinaba, y en el que dabas las gracias por poder compartir
esos momentos. ¡Qué magnifica filosofía!, disfrutar de los pequeños placeres
que nos da la vida.....
Nos
duele despedirte, pero si miramos en nuestro corazón nos brota una sonrisa al
recordarte. Gracias por ser ese espejo en el que poder mirarnos.
Querido
Faustino “Peatón”, te queremos con toda
el alma.
TU
FAMILIA.
Nos seguimos acordando de él, todos los días.
ResponderEliminarUn abrazo a la familia.
Yo me acuerdo mucho de el, ayer por ejemplo,no faltaba ni un solo martes al mercadillo con su mujer, siempre la acompañaba para traerle la compra a casa en su coche, y yo siempre les daba a los dos el besito y me metía con su barriga, cuantos recuerdos y cuanto te queremos Faustino, tu lo sabes demás donde quiera que estés. UN BESO GRANDE.
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